viernes, 5 de julio de 2013

Brasil: ¿popularizar, moderar o derechizar las protestas? Mínima aproximación a los actores, cronología de los acontecimientos de junio y perspectivas

4 de julio de 2013
Danilo Assis Clímaco



Las manifestaciones en Brasil nos sorprendieron a todas y todos, pero, pese a ineludibles lagunas y equivocaciones, ya es factible esbozar un cuadro de lo que viene ocurriendo. Es lo que intenté en las líneas que siguen, haciendo numerosas referencias a páginas webs de organizaciones y a textos analíticos, de modo a contribuir que el o la lectora siga indagando. Al final, links relevantes de organizaciones y medios.


Primeramente enumeraré los grupos políticos que efectiva o potencialmente ocupan un espacio importante en el escenario. Luego, expondré muy brevemente el momento político previo a la eclosión de los acontecimientos, seguido por una cronología de estos y de las perspectivas que ahora se abren.


Los grupos de actores

1. Quienes inician las protestas: los movimientos urbanos, provenientes sobre todo de clases populares y medias urbanas, sobre todo el Movimiento por el Pase Libre (MPL) y los Comités Populares depersonas afectadas por el Mundial.

2. La cúpula del PT, que dirige el gobierno nacional en asociación con un heterogéneo grupo conformado por partidos de izquierda y, principalmente, de derecha. Gravitan alrededor de esta cúpula muchos grupos del PT que podrían ser catalogados como de izquierda, pero que han perdido en larga media su autonomía.

3. La derecha ultraliberal y colonial (una parte de ella fuera del gobierno, otra adentro), interesada en profundizar la finacerización del capitalismo en el país, afianzar lazos (de dependencia) con el capitalismo internacional y maximizar sus lucros (ver Igor Grabois). El Gobierno del PT, pese a mantener el carácter capitalista de la economía y la sociedad, sustenta políticas de relativa, pero significativa, distribución de renta, lo que hiere los intereses de esta derecha. La figura de Lula –un ‘nordestino’, término geográfico-racial discriminatorio– es repulsiva para esta élite, que tolera algo más la de Dilma. Sus cabezas más visibles están en el Supremo Tribunal Federal y en los grandes medios (Globo, Folha de Sao Paulo, Veja y Estado de Sao Paulo, entre otros).  

4. Los pequeños grupos de izquierda urbanos: organizaciones negras, de barrios, culturales, sindicatos, los partidos de izquierda en la oposición (PSOL, PSTU, parte del PT), que desde el principio apoyaron las manifestaciones por el no aumento de las tarifas del transporte. Quizás aquí estaría también las organizaciones feministas y LGBT, quienes están sufriendo feroces ataques por parte de políticos evangélicos (en gran parte, aliados de Dilma) y están movilizadas hace meses.  

5. La gran masa de gente indignada, perteneciente a los diferentes sectores de las clases medias que ha salido a las calles desde el lunes 17 de junio, participando por primera vez en protestas.

6. Los sectores más pobres del país, sean urbanos o campesinos, en su gran mayoría no blanca: negros, indígenas o quilombolas y sus organizaciones. Constituyen la mayor parte del electorado del PT y hasta ahora han participado poco en las manifestaciones.


La previa del conflicto, un mínimo resumen

Desde el inicio del gobierno de Lula, la gran prensa ha noticiado profusamente todos los casos de corrupción asociados al PT, a la vez que ha minimizado los casos de los partidos opositores derechistas (PSDB, del ex presidente Cardoso y su aliado, el DEM). Pese a que estos dos partidos son, respectivamente, el tercer y el primer más condenados por corrupción (siendo el PT el noveno), el plan mediático ha alcanzado a hacer una fuerte correlación entre la corrupción y el PT. De esta forma, los grandes empresarios del país tienen un discurso moral que legitima su accionar político frente a las clases medias, muchas de ellas ya predispuestas a un conservadurismo elitista frente a las poblaciones pobres, no-blancas y de fuera de los 'ricos' estados de Sur y Sudeste.

Lula decidió defenderse del parcialismo de los medios ignorándolos y apostando por su simpatía y sus logros políticos, sobre todo la mayor y más sostenida disminución de la pobreza en la historia del país -pese a que ello se haya hecho sobre todo desde arriba, sin una participación de la población-. Con ello, si bien es verdad que Lula y luego Dilma lograron mantener su índices de aprobación siempre por encima de los 70%, algo inédito en el país, también han visto su gobierno fragilizado, expuesto a presiones de aliados y opositores conservadores.

Pero en los últimos años algunos factores empezaron a desgastar el gobierno: la desaceleración de la economía supuso pérdida de poder adquisitivo; el menor carisma de Dilma y su mayor dificultad para escuchar los movimientos sociales permitieron que la derecha (la aliada y la oposicionista) condicionara en mayor medida al gobierno (ver Mauro Iasi). Son ejemplos chocantes de esto último el que en este año Blairo Maggi, el más grande sojero del mundo, alcanzara a ser presidente de la comisión de medio ambiente en el Senado, mientras Marco Feliciano, un pastor homófobo y racista, se hiciera con la presidencia de la comisión de derechos humanos en la cámara de los diputados y que la haya mantenido pese airados protestas de los movimientos feministas, negro y LGBT. Ambos son aliados de Dilma (ver la nota del CIMI).

En el campo, las protestas indígenas han ido en aumento. En las ciudades, el número de huelgas se supera años tras año, mientras los afectados por los grandes eventos (el Mundial de Fútbol, las Olimpiadas, la visita del Papa) han incrementado y articulado nacionalmente sus protestas.

Dentro de este calderón, las protestas por una causa aparentemente menor, el transporte, unidos a la indignación causada por la inexcusable represión policial, desembocaron en manifestaciones multitudinarias, que superaron a las que expulsaron a Fernando Collor de la presidencia del país en 1992.

En relación a la gota que colmó el vaso, y como ha sido ventilado en muchos lugares (v.g. Marielena Chauí), el transporte de Brasil no solo es el más caro de América Latina, sino también extremamente ineficaz, obligando millones de personas a desechar decenas de horas semanales en traslados. Desde el regreso a la democracia en 1989, hubo organizaciones en contra de nuestro sistema de transporte, pero solo en el Foro Social Mundial de Porto Alegre de 2005 se conformó una articulación nacional, el Movimento Passe Livre (MPL), que tiene entre otras propuestas la de la gratuidad del transporte y su desprivatización. En algunas ciudades menores había conseguido victorias importantes, pero no en las capitales. El MPL es además un espacio amplio de discusión política que aborda y se articula a diferentes luchas (ver la tesis de Marcela Gomes sobre el MPL de Florianópolis, o el interesante caso de la expulsión de Curitiba de. MPL nacional por defenderla violencia machista).


Una cronología: transporte, indignación, cooptación, re-popularización

a) el transporte

En mayo de este año, tras seis manifestaciones y choques con la policía, el MPL de Goiânia, capital del estado de Goiás, logró suspender el aumento de la tarifa del transporte, lo que supuso un incentivo al MPL de Sao Paulo, cuyas manifestaciones se iniciaban.  

De la primera gran manifestación convocada por el MPL de Sao Paulo participaron cerca de 1000 personas el siete de junio. El 11 hubo una segunda, en la que se quemaron dos ómnibus. El día 12, los manifestantes fueron reprimidos y respondieron atacando a 80 ómnibus e hiriendo a ocho integrantes de la policía. Esta, lastimada en su orgullo y amparada por la gran prensa conservadora -que condenó enérgicamente a los manifestantes- reprimió de forma muy violenta la manifestación del jueves 13, que contenía ya 5.000 manifestantes, decenas de los cuales fueron encarcelados, muchos otros heridos, así como algunos periodistas.

b) la indignación

Las encuestas identificaron que los manifestantes tenían respaldo popular. En el domingo16, en Brasília, día de la inauguración de la Copa de las Confederaciones, frente al estadio en que jugarían Brasil y Japón, la  Articulação Nacional dos Comitês Populares da Copa (Ancop) realizó una manifestación con cerca de 1000 personas, que fueron violentamente reprimidas. Dentro del estadio, Dilma es abucheada por un público compuesto por las clases más pudientes que podían pagar 150 dólares por la entrada.

La manifestación del lunes 17 en Sao Paulo es, entonces, multitudinaria: alcanza 200 mil personas. En diferentes ciudades de todo el país, las personas empiezan a autoconvocarse, utilizando sobre todo el Facebook. Hay manifestaciones con decenas de miles de personas en muchas capitales entre lunes 17 y miércoles 19 y también son masivas en ciudades medianas y chicas. En todo caso, y aunque nadie ha podido afirmar cual es la posición social de las y los manifestantes, todo parece indicar que se tratan de clases urbanas, sobre todo medias y jóvenes, con la presencia al menos en algunos momentos de gente rica. Igualmente, se percibe que la gran mayoría de las gentes más pobres no están manifestándose. La indignación es el motivo general, pero aquello que la motiva en última instancia, nadie sabe muy bien.  

c) la cooptación

Pero la derecha es mucho más marxista que la izquierda en esto de que a la realidad más que comprenderla hay que transformarla. En las protestas del lunes, algunos manifestantes de izquierda -sea del PT o de partidos oposicionista como el PSTU o el PSOL- y otras personas que solo usaban una ropa roja fueron hostilizadas, tuvieron que recoger sus banderas o llegaron a verlas quemadas. Tras las manifestaciones del martes, testimonios semejantes se habían multiplicado.

Quedó claro también el viraje de la gran prensa conservadora: los mismos periodistas que hasta el fin de semana decían vándalos a los manifestantes, ahora hablaban del despertar democrático de los jóvenes. Numerosos perfiles del Facebook, sobre todo Anonymous Brasil (con 1 millón 100 mil seguidores) y AnonimousBR (300 mil seguindores), pasan a producir en massa spam decontenidos genéricos -contra la corrupción o contra los partidos, a favor de la salud o la educación- que son adoptados y redistribuidas por muchos usuarios de esta red social. Los propios medios de comunicación pasan a atreverse a dar las pautas a quienes antes criticaban. En las manifestaciones aparecían personas con decenas de afiches fabricados en masa que distribuían entre las personas (ver Elaine Tavares sobre la manifestación de Florianópolis y de Marília Moschkovich  sobre la de Rio de Janeiro, quizás el texto más famoso entre las redes sociales, ya traducido al castellano y al inglés). Se hace patente, además, la presencia de personas de clase media y alta que nunca antes habían salido a la calle.

En las manifestaciones del jueves (cuando más de un millón de personas van a la calles de todo el país), algunas personas de izquierda habían declarado que todo el movimiento estaba irremediablemente entregado a la derecha y consideraba tonto útil a cualquiera que volviera a la calle (v.g. Cynara Menezes). Los partidos políticos seguían hostilizados. El MPL de Sao Paulo anunció al día siguiente que no volvería a convocar manifestaciones, se mostraron preocupados con la presencia de la derecha en estas y anunciaron que harían una análisis sobre lo ocurrido.

d) re-popularización

Sin embargo, una gran parte de las gentes que acudían a las manifestaciones no advirtió que el carácter conservador de la manifestación fuera generalizado (ver el relato de Sway Roger sobre Brasília), o bien consideró que era absolutamente necesario disputar el sentido de las movilizaciones la calle. En algunas ciudades, como Florianópolis, las manifestaciones parecieron haber entrado dentro de los parámetros buscados por la derecha y no fueron reprimidas. En Rio o Belo Horizonte, en cambio, organizaciones sociales de izquierda, aun sin controlar las marchas, lograron mantener cierta independencia y fueron reprimidas también violentamente. En la favela de Maré, en circunstancias aun nebulosas ocurrió el asesinato de 13 personas por parte del Batallón de Operaciones Espacialistas, BOPE, mundialmente enaltecido en la película Tropa de Élite.

En respuesta al terreno ganado por la derecha, desde el viernes 21 (cuando nuevamente más de un millón están en las calles) empiezan a convocarse asambleas espontáneas y diversas, que van de reuniones pequeñas con organizaciones locales, como esta en Belo Horizonte a la de las grandes centrales sindicales y partidos políticos. En algunos casos, como en Goiânia, estas reuniones se frustraron porque algunos grupos del PT querían centrar las futuras acciones en la defensa del gobierno de Dilma, lo que partidos izquierdas de oposición (e incluso algunas áreas del PT) no pueden aceptar. En otros casos, sin embargo, la defensa del gobierno de Dilma convive con otros debates, como entre los movimientos negros de la periferia de Sao Paulo. Estas formas asamblearias de discusión se extendieron bajo diferentes formas hasta hoy día y conforman la gran esperanza de un cambio real.


Después del viernes 21, las manifestaciones han disminuido en cantidad de gente, pero siguen bajo diversas formas. Marchas de 100, 200, 2000 personas, por veces 5000 han ocurrido por diversos motivos: demandas de un sector de trabajadores, contra el aumento en el transporte público en ciudades donde aún no se logró, contra la ofensiva de los diputados evangélicos hacia la población LGBT o contra los medios de comunicación. Algunas son ridículas (pero no por eso ineficaces) como la de un joven que convocó una huelga nacional (recibiendo numerosas aceptaciones en Facebook, pero ninguna en las calles) o la de los médicos que están en contra de la contratación de médicos cubanos para pequeñas y distantes ciudades a las cuales los médicos nacionales no quieren ir. Pero las más importantes fueron las convocadas por los Afectados por el Mundial en los días de juego de la Copa de las Confederaciones en Belo Horizonte, Fortaleza y Rio. En todos los casos hubo fuerte represión policial que causó la muerte de una persona en BH[1].


Las perspectivas

Hay una tregua parcial, siendo que los grandes grupos inicialmente mencionados (el gobierno; la derecha; y los sectores de la izquierda urbana, incluida en ellos las organizaciones que iniciaron las protestas y una parte pequeña de las poblaciones más pobres) parecen medir sus propias fuerzas y ensayar acciones para tantear al nuevo terreno en búsqueda de estrategias a mediano y largo plazo.

a) el gobierno y su mediación

El viernes 21, Dilma discursó a la nación y dijo saber escuchar la voz de la calle. Durante el fin de semana, anunció que conversaría con los líderes de las protestas, de organizaciones sociales, del Supremo Tribunal Federal (STF) y también con los partidos políticos.  El lunes 24 la presidenta hace cinco grandes propuestas, entre ellas la de una constituyente parcial, exclusiva para el ámbito político. La derecha: los partidos (los de fuera y los de dentro de gobierno), el STF, los medios, rechazó unánimente la constituyente. La izquierda la ha aceptado en parte, pero advierte que si ella no logra impedir que las campañas sean financiadas por los grandes empresarios, nada cambiará (v.g. Plataforma dos Movimentos Sociais pela Reforma do Sistema Político).

Los movimientos sociales convocados por Dilma para conversar, han tenido opiniones divergentes. El MPL percibió desconocimiento en la presidenta sobre la situación del transporte en Brasil. El movimiento de los Sin Techos, como la Força Sindical, consideraron que no pudieron tocar temas que consideran fundamentales en la reunión. La Central Única de los Trabajadores y otras organizaciones se consideraron satisfechas de sus encuentros con Dilma.



No se sabe, tampoco, si el gobierno se encuentra cómodo con la re-popularización de las marchas. Hay quienes afirman que sí, siendo que Lula, cuyo carisma popular sigue intacto, afirmó en una conversa con movimientos sociales en Brasil y en una entrevista en África esperar que la gente siga en las calles. Sin embargo, otras personas sustentan que el gobierno teme que un aumento en las protestas izquierdistas podrá debilitarlo.

b) la derecha

Algunos análisis, provenientes de grupos que no consideran otra opción izquierdista que la del gobierno liderado por el PT, han buscado mostrar que toda manifestación popular independiente será necesariamente cooptada por la derecha (v.g. Paulo Henrique Amorim). Ello es notoriamente exagerado y poco esconde el interés de subsumir las organizaciones.

Pero ello no implica negar que la derecha -dentro y fuera del gobierno- tenga estrategias ya articuladas para enfrentar una serie de situaciones posibles. Este es el caso presente: las manifestaciones atentaban contra el interés de empresarios transportistas y se trató en un primer momento de defenderlos en oposición a las protestas. Una vez estas alcanzaron apoyo de clases populares y medias y se hicieron multitudinarias, oponerse a ellas supondría un gran desgaste, por lo que se cambió de estrategia, accionando la de direccionar la indignación contra el PT librando los demás partidos y los empresarios tanto como fuera posible. 

Ello, en sí, no sería nada nuevo, no fuera las dimensiones multitudinarias y el papel preponderante de internet en ello. Se hacen urgentes investigaciones extensas, pero dada la facilidad con que determinados perfiles de Facebook fueron utilizados para encaminar con eficiencia la indignación de las gentes hacia un territorio neutro o anti-gobierno fue notable. Llama la atención que Anonymous (en contracorriente al carácter anti-capitalista que siguen sus homónimos de otros países) haya seguido de un modo tan estricto las estrategias de los grandes medios. Todo indica que hay trabajo de especialistas alrededor del fenómeno, muchos de ellos probablemente extranjeros con experiencias de injerencias en otras manifestaciones de calle (ver Luiz Carlos Azenha).

Todo ello se ve más nebuloso por la designación el 19 de junio de la nueva embajadora de Estados Unidos: Liliana Ayalde, quién había ocupada el mismo cargo en Paraguay cuando el Golpe a Fernando Lugo: ¿una experta en desestabilización? Aun cuando seamos críticos severos del gobierno liderado por el PT, no podemos obviar que los interés promovidos por este gobierno chocan en muchos sentidos con los de Estados Unidos, país que no escatimará esfuerzos por defender la expansión de su capital, en oposición a la soberanía brasileña. Su interés más factible será el de seguir debilitando el gobierno de Dilma y encontrar un candidato capaz de derrotarla en las elecciones de octubre del 2014. Es lo que muchos analistas en Brasil denominan golpe mediático.

Pero manifestaciones multitudinarias son muy difíciles de ser controladas por las élites, sean nacionales o extranjeras. Fue notorio el hecho de que muchos manifestante eligieron a los grandes medios (Globo y Veja, en especial) como blanco de su indignación. En manifestaciones tan diferentes como las de brasileños en Londres o la de quienes lloraban sus 13 muertos en Maré (y en muchas otras), los reporteros de la Red Globo fueron impedidos por los manifestantes de filmar. Por ello, si los grandes medios hasta el viernes 21 estaban noticiando e incentivando las manifestaciones, desde entonces pasaron a hablar de ellas como si de un brillante pasado se tratara, tratando de hacer reverberar algunas de sus demandas anti-populares y anti-PT por el máximo de tiempo posible. Ello no implica, obviamente, un inmovilismo de la derecha y de su prensa, sino su paso a la defensa más estable.

c) las izquierdas

Las izquierdas oposicionistas o críticas al gobierno liderado por el PT, y algunos sectores del PT y de grupos populares aliados a la presidencia, consideran insuficientes o conciliatorias las propuestas de Dilma y buscan posicionar una agenda popular. Ello viene tomando múltiples formas y diferentes acciones, cuyas consecuencias siguen siendo frecuentemente impredecibles incluso para quienes las realizan, como es el caso de quinientos integrantes de la Assembléia Popular de BH, que acudieron a la cámara de regidores para presenciar una votación y, ante la negativa de los regidores en conversar, terminaron por tomar el local, en el que se mantienen hoy por sexto día consecutivo. La Asamblea, que aglutina centenas de personas pertenecientes o no a colectivos previos, había sido creada el 18 de junio. Otras cámaras municipales están tomadas a lo largo del país, incluida la de Vitória, capital del estado de Espírito Santo. En Florianópolis el MPL ha tomado hoy (4 de julio) instalaciones de la empresa de transporte.

En algunos lugares, las asambleas son locales: barriales, universitarias, por ejemplo. En otros ocurren alrededor de temas, como el precio de la electricidad (en Tocantins). En Sao Paulo ocurrió hoy una manifestación convocada por numerosos colectivos (entre ellos, centrales sindicales opositoras al gobierno nacional, el MPL, los Sin Techo e incluso un colectivo de skatistas) demandándose transporte gratuito, jornada laboral de 40 horas, fin de la especulación inmobiliaria y de despejos por los grandes eventos, salud, educación y el fin de la policía militar. En Rio, ha habido marchas con más de 10 mil personas en memoria de los asesinados en Maré.

El monopolio de los medios de comunicación viene siendo cuestionado en diferentes momentos. Como dicho, muchos espontáneos y algunas organizaciones por la democratización de los medios expusieron en las manifestaciones su repudio a los grandes medios, la Rede Globo fue impedida en numerosos momentos de filmar las manifestaciones. En el día de ayer, en tres capitales, hubo manifestación en las sedes de Globo, en Rio con más de mil personas. Para el día 11, se repetirán las manifestaciones, ya en cinco ciudades. Surgió, además, redes de comunicación independientes por internet, Mídia Ninja la más notable, que alrededor de un pequeño equipo y con la información recibida desde numerosas localidades, viene alcanzando difundir -con videos, notas periodísticas y fotos- muchos de los eventos más importantes, incluso en vivo.

La movilización más amplia es la convocada por todas las centrales sindicales, las próximas u opositoras al gobierno (CSP-Conlutas, CUT, UGT, Força Sindical, CGTB, CTB, CSB e NCST) y el MST, además y direccionada a todos los movimientos sociales y populares aliados. En su pauta se encuentran las demandas laborales y la reforma agraria, pero también la democratización de los medios, la suspensión de las concesiones petroleras a empresas y demandas en salud y educación. La jornada deberá ser precedida por asambleas previas de los sindicatos, sus centrales regionales, en diálogo con otras organizaciones sociales.


Palabras finales

El panorama está muy abierto, dependerá de las capacidades de los diferentes grupos políticos. Hay, sin duda, motivos para la esperanza que nos empujan a bien actuar. La unión del MST a las protestas y lo que significa la unión de lo rural y lo urbano es una excelente noticia en un país dónde estas esferas están todavía más escindidas que en otros países de América Latina. Las desconfianzas entre las diferentes centrales sindicales, sobre todo entre las que se encuentran próximas al gobierno de Dilma y las que no, es uno de los obstáculos, como también lo es las diferencias organizativas entre los sindicatos y los movimientos sociales. 



Especialmente importante, acredito, es la diseminación de la percepción de que las gentes podemos intervenir en el rumbo del país. Esto es algo que se ha sentido, que se ha expresado de modo muy claro en las calles y que viene llevando a mucha gente a atreverse a reivindicar sus demandas de un modo más organizado: las asambleas espontáneas, sea alrededor de temas concretos o sobre lo coyuntural, la creación de nuevos colectivos, la mayor curiosidad de las persons por buscar saber qué se pasa o la reactivación de movimientos que están algo o mucho aletargados, incluidos los sindicatos y el MST, todo ello es notable. Esperemos, y hagamos, un esfuerzo continuado por descubrir nuestras fuerzas y alcanzar nuestras mejores aspiraciones.
 

Links relevantes:

Del Movimente Passe Livre:

Sites de noticias y opinión izquierdistas:
Conversa Afiada (muy próximo a la cúpula del PT): http://www.conversaafiada.com.br/

Organizaciones sociales:
Assembléia Popular de Belo Horizonte: https://www.facebook.com/AssembleiaPopularBH

  

[1] Hay que recordar que han sido aprobadas leyes de excepción, hirientes de derechos humanos, para los eventos que serán organizados por la FIFA en el país, entre las cuales la prohibición de manifestaciones en un rayo de cinco quilómetros alrededor de los estadios dónde se realizan partidos.