Uno de los lemas principales del 15-M (iniciado en Madrid, extendido a otras ciudades españolas y luego a Portugal y Grecia) dice: “Democracia real ¡YA! No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”, es decir, se confronta a las dos áreas de poder copadas por las élites: la política representativa y el mercado, utilizadas para controlar a las gentes en todas las áreas de su existencia.
Y las gentes responden,
necesariamente, de todas las áreas de su existencia. De sus experiencias
afectivas, políticas, económicas, estéticas, etc. La indignidad de saberse
privadas de la posibilidad de decidir sobre sí mismas(1) hizo que una buena
cantidad de gente estallara. Seguramente ello fue resultado de muchos
aprendizajes colectivos, y lo que aquí defiendo es que muchos de estos se
dieron con el fútbol.
Desde los 80 se gesta en
España un fútbol de técnica y habilidad exquisitas. La Quinta del Buitre hizo el
Madrid ganar 5 títulos, luego, a inicio de los 90, surgió el Dream Team del
Barcelona, que coexistió con otros dos grandes equipos: el Zaragoza de Víctor
Muñoz y el Tenerife de Jorge Valdano. Después, vinieron los nuevos títulos
europeos del Madrid pré-galáctico con una gente intachable como Del Bosque,
Raúl o Hierro, el Barça de Rikajard y Ronaldinho y ahora el Pep Team de Messi,
Iniesta, Xavi y otros jugadores formados dentro del club.
Al inicio, la selección
fue inmune a esta revolución: los entrenadores, Clemente en los 90 y Camacho a
inicios del 2000, elegían a los jugadores según su fuerza física y capacidad
para adaptarse a sus designios estratégicos, no era posible que aquellos
jugadores que les gustaban a todos tuvieran en la selección las mismas oportunidades
que en sus clubes. Y España se quedó 40 años sin ganar título alguno. Pero al
asumir Luis Aragonés el seleccionado, se apostó por los “bajitos y flaquitos” y
España ganó una Eurocopa deslumbrando. En la misma línea serían luego campeones
del mundo, con jugadores tan sencillos como Puyol e Iniesta que, ajenos al
estrellato, casi pidieron disculpas por haber sido ellos y no otros los que
metieron los goles decisivos.
El país ha quedado
maravillado y justamente orgulloso no solo de haber ganado sino del modo cómo
se hizo: mediante un fútbol brillante, hecho por los pies de jugadores súper
habilidosos. El gran aprendizaje viene de la plena consciencia de que los
argumentos de que en el fútbol moderno el talento tiene que estar supeditada a
la fuerza y a la estrategia son falsos (2) y que más bien el predominio de la
habilidad, deseado por todos, no es solo posible, sino que es lo mejor que se puede
hacer.
Ahora la consciencia que
se manifiesta en el 15-M es la de que la democracia representativa y el mercado
también nos han estado engañando y que no es necesario que nuestras
habilidades, vidas, ganas o pasiones tengan que estar supeditadas a ellos. Podemos
y debemos autogobernarnos del modo que nos dé la gana.
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(1) Recordemos no más
que el PP colocó a España en la
Guerra de Irak desobedeciendo manifestaciones
multitudinarias.
(2) De hecho, la necedad
no tiene límites, cuando España ya deslumbraba en la Eurocopa del 2008,
Clemente aun salió a decir que su seleccionado de los 90 era mejor por ser más
fuerte. Por eso nunca ganó nada.
pd: este artículo puede parecer un refrito de uno
mío anterior, pero que culpa tengo que la gente se haya montado ese follón
antes de que mis ideas avanzaran algo más: Aprender a perder sin perderse. Brasil,
Holanda y España en los Mundiales: http://pensarjusto.blogspot.com/2011/04/normal-0-21-false-false-false.html
Y Fuerza Barça, que hoy le ganamos al Manchester!!!
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