viernes, 15 de abril de 2011

Miles & Coltrane. & Coleman. Un anti-homenaje pro-feminista.


Hace 50 años, Miles Davis y John Coltrane se unían por última vez para hacer una grabación. Ironía racial, lo hicieron para versionar un tema de la banda sonora de Blancanieves. Pero el resultado fue precioso (podéis bajarlo aquí) y merece un homenaje.
 
Miles & Trane
Casi todo texto sobre Miles Davis menciona su carácter susceptible e irritable: muchos contratiempos aparentemente menores le provocaban reacciones iracundas y su actuar era claramente despectivo hacia gran parte de las personas: tocaba de espaldas al público y escupía en el palco, criticaba malamente a músicos negros y blancos, ejerció un sinnúmero de actos violentos contra sus parejas… El racismo apabullante de aquella época lo explica en parte, así como las políticas públicas estadounidenses que incentivaron la “masculinización” de los hombres negros como modo de romper sus lazos de solidaridad familiares, comunitarios y políticos (1).

Pero, obvio, no todos los hombres negros eran así de irritables. De hecho, Coltrane (Trane) parece ser lo opuesto de Miles: sencillo, abierto, cariñoso con su pareja, madre y hermana, agradecido a las personas y a la vida… Así, desde hace mucho, pienso en cómo es curioso que el destino nos haya juntado a dos hombres tan diferentes, más todavía cuando empecé a verlos desde mis lecturas feministas. Compartir mis reflexiones aquí es un modo de rendirles homenaje. Extraño homenaje: exponer las miserias y violencias de Miles (y entrever las de Trane) se parece más a denuncia, pero yo creo que los homenajeo y que, al leer estas líneas, vais a poder imaginar la inmensa admiración que me inspiran…

Voy a narrar algunas anécdotas no anecdóticas, muy significativas, sobre sus respectivas vidas, enfatizando el modo tan diferente como cada uno encaró la revolución del free jazz de Ornette Coleman a finales de los 50. Mientras Miles blasfemó contra él (aunque estaba seducido, lo veremos), Trane buscó a Coleman para tomar clases del novato. En el camino, confío en que voy a deslindar algunos de los rasgos constitutivos de los hombres cómo género. 

Miles Davis
Nacido en 1926, pasa su infancia en St. Louis, donde empieza a tocar trompeta. Algunos elementos importantes en la constitución de su carácter irritable son las experiencias de racismo sufridas por él y por su comunidad (diez años antes de su nacimiento, hubo en St. Louis una matanza de obreros negros a mano de obreros blancos) y su relación de conflicto con el mundo adulto: “solía pensar que nadie me quería, porque todos parecían dispuestos a zurrarme por uno u otro motivo” (Ibíd..: 22). Con su madre la relación era especialmente conflictiva y ello, como percibió Hazel Carbey (1998) da inicio a una marcada misoginia en Miles.

En 1944, con solo 18 años, se va a Nueva York con el objetivo de construirse una carrera en el jazz y lo hace rápidamente. Ya en 1945 entra al grupo de Charlie Parker (Bird), el más importante de la época, en donde se queda hasta 1948, cuando inicia su carrera de líder (frente a un noneto, en el cual se encontraba el que sería su arreglista y mejor amigo, Gil Evans). Ya en su primera grabación marca un hito en la historia del jazz, creando un nuevo estilo, el cool jazz (1). 

No todo fue maravillas: los críticos fueron muy duros con sus primeros solos en los discos de Bird; quien, a su vez, era adicto a la heroína y se la pasaba aprovechándose de sus músicos para mantener su vicio. Muchos de sus amigos estaban en lo mismo, y Miles terminaría por claudicar. La adicción interrumpe su evolución musical entre 1950 y 1953. Emergen, entonces, violentas manifestaciones de su misoginia: se transforma, literalmente, en proxeneta; manipula a sus enamoradas para conseguir heroína; a la par que deja de dar dinero a Irene, su pareja de St. Louis, y a los hijos de ambxs. 

Libre de la heroína (2), vuelve al jazz con grabaciones y presentaciones en vivo cada vez más sólidas. En 1955 logra contratos con Prestige y Columbia y mejores pagos para sus shows. Ello le permite montar un grupo fijo. Encuentra a Red Garland (piano), Philly Joe Jones (batería) y Paul Chambers (bajo). Pero el complemento metálico para la voz de su trompeta le resultó más difícil. Hace una prueba con Trane (saxo tenor), pero le incomoda su inseguridad, por lo que el destino debió echar una mano (el preferido de Miles, Sonny Rollins, se retiró para desintoxicarse) y Trane se quedó.

Desmarcándose del cool jazz, estilo hegemónico desde que él lo creó en 1949, Miles regresa al be-bop y al blues, y su quinteto sorprenderá a propios y extraños en los siguientes cinco años. Graba, también, con orquestas arregladas por Gil Evans. En total, habrá dado luz en este período a más de 20 álbumes, la mayoría, obras primas.

1959 será el año del apogeo, pero también el fin de una etapa para Miles y el principio de una nueva para el jazz, cuya pauta no será marcada por Miles por primera vez en 10 años. Graba este año, junto a su ahora sexteto (con el saxo alto de "Cannonball" Adderley), el mayor disco de la historia del jazz, Kind of blue. Pero los músicos se marchan, sea por problemas con alcohol y heroína (Garland y Jones), sea por interés en formar sus propios grupos; y Miles no va a lograr montar otro grupo estable hasta 1964. A la vez, surge Ornette Coleman y su free jazz, causando alboroto en el mundo jazzístico: la mayoría de críticos y músicos se oponen a las excesivas libertades del nuevo estilo, pero algunos músicos ya establecidos, como Trane y Charles Mingus, van adherir a las nuevas perspectivas, así como muchos músicos jóvenes. 

Miles no niega lo obvio: la dificultad para encontrar los músicos ideales en su grupo impide la evolución de su música. Pero sus opiniones sobre el free jazz son contradictorias: algunas veces reconoce la importancia de sus innovaciones, pero casi siempre habla mal de ellas y levantará acusaciones vagas, probablemente celosas, hacia Trane y Coleman, de quienes dice cosas como: “es incomprensible lo que hacen; Coleman es irrespetuoso con los trompetistas y violinistas porque se mete con sus instrumentos sin tener idea; el pianista de Trane toca pésimo; Trane no hizo nada mejor de lo que hizo en los últimos años en que estaba conmigo; los críticos blancos les han engañado” (3)).

Pero, y eso es lo que más me interesa para pensar sobre el ser hombre de Miles, cuando logra formar su gran quinteto de 1964-68, con cuatro jóvenes a quienes no se cansa de elogiar: Tony Willians (batería), Wayne Shorter (tenor), Ron Carter (bajo) y Herbie Hancock (piano), menciona varias veces cómo ellos le están haciendo comprender aspectos interesantes del free jazz. ¿Cómo comprender esta contradicción? ¿Se queja de Trane y Coleman, y luego asume su música? Para mí, es muy claro: Miles podía aceptar la influencia de los músicos a él subordinados, así como la de los músicos de jazz que no le hacían frente como líderes de grupo, pero no la de aquellos que habían tomado su lugar como jazzista referencial. 

Esto me hace recordar una sutil pero muy importante reflexión que hizo Freud (1987) al final de su vida: para él, el hombre puede soportar experiencias de feminización/pasividad, pero no que esta experiencia le sea infringida por otro hombre. Pero ello es obviamente imposible de lograrse: todo hombre se encontrará, en diferentes momentos de su vida, en posición de pasividad frente a otros hombres. Quien mejor lo asimile, mejor podrá vivir. Miles lo asimilaba pésimo. Hasta casi el final de su vida le acompañó la compulsión por alcohol y cocaína, por coches lujosos que conducía a máxima velocidad, la pasión por el boxeo, sus constantes enfrentamientos con otras personas, el hecho de llegar a agredir a la policía… por citar algunas de sus actitudes que nos muestran a un hombre ávido por alcanzar la prominencia frente a otros hombres.

Todo ello hace creer que su relación con la música fue lo que le permitió equilibrarse y sobrevivir, aun con graves problemas de salud, hasta los 65 años. Es en sus grupos donde Miles puede reconciliarse con la pasividad frente a otros hombres. Freud dijo, sin explicar, que los hombres podían aceptar la pasividad hacia sus parejas (mujeres). Desde el género podemos explicarlo recordando que, en términos de jerarquía social, la mujer se encuentra en una posición inferior a la del hombre y que la esposa se encuentra en una posición de inferioridad concreta frente a su marido. Así, la pasividad del esposo hacia la esposa en distintos momentos de la vida cotidiana es asumible porque ella no representa un rival para él, nada de lo que ella haga es suficiente para revertir la jerarquía solidamente establecida. Ahora bien – y siempre desde el género, no desde Freud – el hombre disfruta de esta pasividad, hay placer en ello.

Con Miles, estoy seguro, pasa algo muy similar: rivalizando con todo y todos en el hostil mundo público, él encuentra en la intimidad de sus grupos un lugar dónde disfrutar su pasividad y, así, equilibrar su vida y su música. Por los músicos que se encontraban bajo su liderazgo, Miles no se sentía amenazado ni celoso, por el contrario: si su música se mantuvo en constante transformación desde 1949 hasta su muerte en 1991 fue porque supo nutrirse de sus instrumentistas. Incentivó a todos que encontraran cómo integrarse en el grupo y aportar a su desarrollo. No raro su trompeta suena tímida frente a la exuberancia de los otros instrumentos y nunca escatimó elogio a quienes tocaron con él, reconociendo en diferentes momentos que la música de sus grupos era producto más de sus músicos que de él. 

John Coltrane
Nació el mismo año que Miles, 1926, en Hamlet, Carolina del Norte. Pero su entorno y carácter son muy diferentes. Su familia era pobre, más después de la temprana muerte de su padre, pastor protestante. Es criado en un ambiente de mujeres, pero no desarrolla hacia ellas una misoginia marcada, sino que fue siempre muy agradecido y amoroso con ellas. Fue un chico solitario y desde siempre estuvo muy apegado a su saxo.

Tampoco tenía la autoestima de Miles y, al inicio de su carrera, se mostraría inseguro incluso cuando los líderes de los grupos en que estaba le tenían confianza. Cuando en 1955 entró al grupo de Miles, le atolondró con preguntas sobre cómo debería tocar hasta que se dio cuenta que las instrucciones mínimas del líder eran una estrategia y una demanda para que los músicos encontraran su lugar en la música. Es entonces, con casi 30 años, finalmente, que las venas creativas de Trane empezarán a fluir. 

Él será decisivo para el quinteto desde su llegada; pero es solo con la grabación de ‘Round Midnight, en 1956, que obtiene un pleno reconocimiento de la crítica. Pero la adicción a la heroína también cortará su progresión. Cuando aparecía drogado en los shows, enfurecía a Miles, quién lo llega a golpear en una ocasión, pero Trane siquiera se defiende. Finalmente, es despedido a principios de 1957, lo que aprovechará para desintoxicarse, haciéndolo como antes lo había hecho Miles: regresando a casa de su madre y encerrándose por un par de semanas hasta pasar el síndrome de abstinencia. Regresa a Nueva York y toca algunos meses en el grupo de Thelonious Monk, el exquisito compositor de ‘Round Midnight, quien también le dará clases musicales. 

A finales del 57, regresa al grupo de Miles, que sigue maravillando. A la par, empieza a grabar discos solos y a hacer presentaciones como líder. En 1959, el año mágico, era ya un músico esplendoroso; abandonar a Miles para liderar su propio grupo pasa a ser una necesidad. En este año lanza su primer disco maduro, Giant Steps, y no solamente se consagra como el solista más importante del jazz, sino que su denso y prolífero estilo supone una revolución en el modo de tocar el saxo, de la cual ningún saxofonista fue inmune. Si a ello unimos su carácter austero y pacífico, no es difícil explicar por qué cautivó a tantas personas.

Entonces, cuando llegó Ornette Coleman, Trane no tuvo una actitud celosa como la de Miles y fue directamente a aprender del chico. Dándose cuenta de las dificultades económicas que este pasaba –el free jazz fue muy hostilizado y Coleman tenía que trabajar como portero para sobrevivir–, le pagó por las clases que recibió. No tuvo tampoco orgullo en reconocer que no sabía qué hacer tras Giant steps y que fue Coleman quien le abrió nuevos caminos.

Así, como tantas personas, soy completamente fascinado por Trane y su paz. De modo que no me puedo dejar de creer un poco mala persona por hacerle una crítica con relativamente pocos elementos de su vida –aunque basándome en elementos de la vida de muchos otros hombres–. En el libro sobre la obra maestra de Trane, A love supreme, Ashley Kahn nos narra lo siguiente:
Para Coltrane, el año 1964 había sido un período de trabajo imparable (...) había cruzado el país de punta a punta en una furgoneta junto a su cuarteto (…) necesitaba unas pocas semanas de descanso y tenía la excusa perfecta. El 26 de agosto había nacido su primer hijo. (…) Pero la naturaleza obsesiva de Coltrane no le dejó descansar. Se pasó cinco días recluido en el piso de arriba con un bolígrafo, papel y su saxofón. (Kahn, 2004: 23)

En seguida, recoge este testimonio de Alice Coltrane, pareja de Trane y madre del pequeño John, sobre el día que bajó Trane del piso de arriba:
Era como Moisés bajando de la montaña, fue tan bonito. Bajó y tenía esa alegría, esa paz en el rostro, tranquilidad. De manera que le dije “explícamelo todo, no te hemos visto en cuatro o cinco días…”. Él dijo: “Ésta es la primera vez que me ha llegado toda la música que quiero grabar, en una suite. Ésta es la primera vez que lo tengo todo, todo listo”. (ibid.: 23-24)

Por muchas cosas, es un testimonio conmovedor. Por el carácter grave de la referencia bíblica, por el sencillo “fue tan bonito”, por la alegría, la paz y la tranquilidad. Porque se trata de A love supreme. Y por el reproche cuidadoso: “explícamelo todo, no te hemos visto en cuatro o cinco días…”

Desde una perspectiva feministamente informada, no hay cómo no ver que el hombre ha logrado su máxima realización en un momento, cuando menos, delicado para la mujer. No haría falta resaltarlo, pero el nacimiento del primer hijo de una pareja es algo fuerte emocionalmente, además de suponer mucho trabajo.

No se trata aquí de reprocharle a Trane su machismo, su abandono u otras cosas más sobre las que hay indicios. Incluso porque no sé mucho sobre la vida en pareja de ambos y lo que he conjeturado, pese a ser cierto en muchísimos casos, quizás no lo sea en este en particular. Se trata de constatar que incluso para aquel hombre que se encuentra distante de los patrones de masculinidad, que no busca su reconocimiento mediante la superación de sus pares, que reconoce humildemente sus deudas para con ellos, que trata con enorme amor a su esposa y a las mujeres que lo crearon… incluso para él, está dado de tal forma el sistema de género que el trabajo físico y emocional de las mujeres sustenta su existencia, su creatividad.

Coda
Antes de colgar este texto, le di a dos amigxs que aparte de ayudarme a aclarar algunas ideas me hicieron dos preguntas iguales: a) ¿por qué está Coleman en el título si casi no se habla de él? y b) ¿por qué no una conclusión? Como no he legrado solucionar las preguntas en el texto, las comento brevemente:

a) Bueno, de hecho el título da la errónea idea que el texto es también sobre Coleman, cuando solo habla de las relaciones tan diferentes de Trane y Miles con él y ni siquiera mucho. Pero me parece muy importante esta diferencia y lo quise resaltar. Además y quizás sobretodo, está el placer infantil de jugar con la muy utilizada expresión “Miles & Coltrane”.

b) Sobretodo para no alargar el texto, con el blog quiero transmitir ideas que me rondan la cabeza y que voy a morir sin comunicárselas a nadie si no encuentro un modo veloz de transmitirlas… y además porque ya está dicho todo lo importante, volver para aclararlo o decirlo de otra forma iba a serme difícil.

Eso sí, no quisiera dejar de aprovechar para hacer reseñas mínimas de algunos de los álbumes más significativos de esos pedazos de músicos:
Uno de los pocos videos de ambos.

Álbumes de Miles con Trane
Konserthuset, Stockholm, March 22, 1960. La última gira de Miles con Trane, impresionan los solos de este, aunque son también muy experimentales. En París, unos días después, el público le juzgó borracho y abucheó a Trane. http://www.megaupload.com/?d=QJNZDHZL
Relaxin’ (1956). En dos días de este año, Miles grabó 4 LPs para cumplir su contrato con Prestige. Este es mi preferido de ellos. Interpretaciones lindas de Oleo y If I were a bell. Le veo un toque infantil al disco. https://rs546l35.rapidshare.com/#!download|546l34|378683904|1956_-_Relaxin__with_the_Miles_Davis_Quintet.rar|91025|R~F48FF5F56052701D47159CABC017FE2C
Round About Midnight (1956). Con su interpretación más famosa de ‘Round Midnight, que por su vez consolidó a Trane como saxofonista de primera línea. http://avaxhome.ws/music/jazz/miles_davis_round_about_midnight_2005_flac_proper.html

Álbumes de Miles
Aquí hay más de cien CDs para download, entre grabacioes de estudios y en vivo de Miles: http://rappamelo.com/2010/05/miles-davis-albums/
Live In Rome & Copenhagen (1969). El show de Roma es mi CD favorito de Miles. Interpreta en quinteto – con Wayne Shorter (saxos), Chick Corea (piano), Dave Holland (bajo) y Jack DeJohnette (batería) – parte del material de Bitches Brew. Todos están absolutamente maravillosos. Otra interpretación de ‘Round Midnight. http://avaxhome.ws/music/jazz/miles_davis_live_in_rome_copenhagen.html
Bitches Brew (1969). El disco que consolida el funk jazz con el que Miles había estado ensayando desde el año anterior y que lo devuelve al primer lugar de la escena del jazz, aunque para parte de los músicos y crítica ya no era jazz. De hecho Miles cada vez más navegará lejos de su estilo musical originario. Un grupo con más de diez instrumentos, incluidos tres baterías y tres pianos eléctricos. De todas de Miles, Spanish key es mi música favorita. Primera parte: target="_blank"http://www.megaupload.com/?d=3RGSI0JL Segunda: http://www.megaupload.com/?d=NU26O54O
Sketches Of Spain (1960). Uno de los más famosos CDs suyos orquestados por Gil Evans. Contiene la interpretación del Concierto de Aranjuez del español Joaquín Rodrigo. Eso sí, a este no le gustó y se lo hizo saber a Miles, quién por su vez no pudo dejar de soltarle veneno en su autobiografía. http://rapidshare.com/files/379088619/1960_-_Sketches_Of_Spain.rar

Álbumes de Trane
A love supreme (1964). Su obra maestra, no logro decir nada sobre ella aparte que es absolutamente impresionante. Está su famoso cuarteto al completo: McCoy Tyner (piano), Jimmy Garrison (bajo) y Elvin Jones, que es para mí el no va más en la batería. http://rapidshare.com/files/116613498/JC-ALS.rar
My favorite tings (1961). Un crítico de jazz dijo que Miles le hizo tres buenas cosas a Trane: le contrató, le despidió y le regaló un saxo soprano. De hecho Trane pasó a utilizar este instrumento – sin dejar el tenor – y graba com él por primera vez este CD, cuyo canción título (sacada de un musical de la Broadway) es bellísima y sería la música que más toque en su vida. http://rapidshare.com/files/116628538/JC-MFT.rar
Olé Coltrane (1961). Contiene mi música favorita de él, Olé. Ya te habrás dado cuenta que me gustan las incursiones al flamenco de los jazzistas. Con dos contrabajistas (Art Davis y Reggie Workman), un trompetista (Freddie Hubbard) y el maravilloso Eric Dolphy (flauta y saxo alto), además de Elvin Jones y McCoy Tyner. Parte uno: http://rapidshare.com/files/116630280/JC-OC.part1.rar Parte dos:
http://rapidshare.com/files/116630454/JC-OC.part2.rar

Bibliografía
Aparte de estos cuatro libros hay mucho otros artículos cuyos nombres infelizmente no puedo recordar, aunque sí al nombre de dos grandes críticos: Carlos Sampayo (también autor de comics excelentes) y Juan Claudio Cifuentes, que comanda el Jazz porque sí en las radios españolas.
CARBEY, Hazel. Playin’ the changes. In: CARBEY. H. Race men. Cambridge, Harvard University Press, 1998.
DAVIS, Miles. TROUPE, Quincy. Miles, la autobiografía. Barcelona: Ediciones B, 1995.
FREUD, Sigmund. Análise terminável e interminável. In: Freud, Sigmund 1987c: Edição Standard Brasileira das Obras Psicológicas Completas de Sigmund Freud. v. 2ª edição. Rio de Janeiro, Imago. V. XXIII (versão eletrônica, sem páginas). Hay una versión en castellano en la net: http://www.accionpropaganda.org/biblioteca/libros/F/Freud,%20Sigmund%20-%20Analisis%20terminable%20e%20interminable.pdf.
KAHN, Ashley. A love supreme y John Coltrane. La historia de un álbum emblemático. Barcelona: Alba Editoria, 2004.

Notas

(1) Los escritos de las feministas negras lo muestran con claridad. Frente a la relativa equidad de género heredada de África y que se acentuó con la experiencia de la esclavitud, las políticas estadounidenses a partir de la década de 1920 buscaron establecer modelos patriarcales en las familias negras, mediante la ubicación de los hombres en trabajos con sueldos muy superiores a los de las mujeres, la perversa distorción de la sexualidad negra y una producción cultural (fílmica y literaria sobre todo) masculinista y racista. Esta masculinización inducida a los hombres negros, junto a otros elementos (como el asesinato y presión de lxs líderes políticos más a la izquierda) terminó por desestabilizar las comunidades y organizaciones políticas negras. La mayor masculinización de los jóvenes supone que tengan más confrontos en el ámbito educacional, con lo cual pasan a tener menores niveles educativos y, luego, peores empleos, mayor inserción en el tráfico de drogas, mayor probabilidad de ingresar a prisiones (que en EEUU se han transformado en fábricas de trabajo esclavo, según Angela Davis) o al ejército y a las guerras neoimperiales de EEUU. Los textos de las siguientes autoras son muy importantes para pensar estas cuestiones:
DAVIS, Angela. Mujeres, raza y clase. Madrid: Akal, 2005.
WALLACE, Michele. Black Macho and the Myth of the Superwoman. London, New York: Verso, 1999.
hooks, bell. Devorar al otro: deseo y resistencia. In.: Debate feminista, México D. F., 1996, pp. 17-38. Em Internet: http://www.debatecultural.net/tips/BellHooks.htm. Visitado en: 12.01.2009.
__________. Third World Viewpoint entrevista a bell hooks Desafío al capitalismo y al patriarcado. In: ZNet en español: 2003.
Em Internet: http://www.lafogata.org/mujer/c4.htm. Visitado em: 12.01.2009.
__________. We Real Cool: Black Men and Masculinity. Routledge: New York, 2004a. Lido em internet mediante o sítio http://www.questia.com. Visitado entre 8.10.2008 e 10.04.2009.
WIEGMAN, Robyn. Negotiating the masculine: Configurations of race and gender in American culture. Washington: University of Washington. Proquest Dissertations And Theses, 1988.

Yo he dedicado un capítulo de mi tesis a estas cuestiones y el mismo fue publicado en castellano en el Boletín de Runa:
ASSIS CLÍMACO, Danilo. Los hombres en el feminismo negro estadounidense. El patriarcado y el imperialismo. En: Boletín Generando del Instituto Runa, N° 26. Año 4. Octubre 2010: http://www.runa.org.pe/runa/generando/articulos/Art26_Feminism_black_estadounidense.pdf

(2) Miles tomará mucho alcohol y cocaína hasta los 60 años de edad. Ocasionalmente también volvería a inyectarse heroína. Todo ello le traerá muchos problemas de salud, surtos paranoicos y una larga pausa profesional entre 1975 y 1980. Fallecerá con 65 años en 1991.

(3) Este último argumento es bastante paranoico. Según Miles, los críticos blancos de jazz no pueden asumir que no comprenden algo que hacen los músicos negros, luego, no podían criticar al free jazz sino ensalzarlo. Eso haría que Trane y Coleman y los demás no se dieran cuenta de que su música no era buena. Miles volverá a argumentar de forma parecida para justificar su confronto con Wynton Marsalis en los ’80.

4 comentarios:

  1. muy bueno Danilo... comencé por aquí.

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  2. cabrón, este é um cabra da peste, climacão, que ama zico, marlon brandon, quijano e hélène cixous - garboso, com o coração de vincent gallo e as coxas de gabriela mistral...
    escrupuloso com o justiça precisa de marleen gorris e a clavícula empinada de fúria e paciência de diadorim ou então de pepe watanabe. faz o mundo ficar melhor, faz!

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