lunes, 23 de julio de 2012

Between men, de Eve Sedgwick: un libro maravilloso



Una buena alma le dio al mundo este enlace: http://textosqueer.wordpress.com/2012/07/20/eve-kosofsky-sedgwick-between-men-english-literature-and-male-homosocial-desire/ con Between men. English literature and male homosocial Desire, de Eve Sedgwick (New York, Columbia University Press, 1985).

El libro busca y logra unificar los avances en la comprensión de lo histórico del feminismo marxista con los alcances del feminismo estructuralista en su conceptualización del género. El modo en que lo hace es sencillo: analiza las representaciones de los triángulos amorosos en más de 20 obras literarias inglesas escritas a lo largo de 300 años: de Los sonetos de Shakespeare (probablemente escritos entre 1570 y 1580) a The Mystery of Edwin Drood, que Charles Dickens escribió en 1871. Así, los cambios en la forma en que las gentes viven el género y su “clase” se nos van delineando y lo que podemos aprender es gigantesco. De las tantas reflexiones imperdibles que nos trae el libro, quisiera exponer tres, que espero funcionen como un empujoncito para que ustedes lean el libro:

1. La radicalización de las jerarquías de género con la progresiva intromisión del capitalismo en la vida de las gentes: la sumisión de los hombres como asalariados es intersubjetivamente recompensada por su nuevo posicionamiento social como padre de familia, a quién las mujeres –transformadas en amas de casa– deben obediencia, amor y respeto.

2.  La emergencia de la homofobia como modo de autocontrol empobrecedor de las relaciones entre hombres (1). En los siglos XVI y XVII, no era una cuestión qué cosa harían dos hombres solos. Su afectividad o sus prácticas sexuales no importaban. A partir del siglo XVIII se percibirá como los afectos de los hombres hacia personas de su mismo sexo se transforma en una cuestión primordial, pero negativa, sobre la cual, paradojalmente, no tienen elementos para reflexionar. Hay un interdicho (la doble negación de la homosexualidad, diría unos años después Butler): yo no amo a los hombres porque no puedo amarlos, con lo cual apenas sufro lo que he sido obligado a renunciar sin poder saber cómo y porque lo he hecho. No se trata aquí, nos recuerda Sedgwick, de “homosexualidad”, siquiera de relaciones sexuales entre hombres, se trata de que la afectividad entre hombres, en su aspecto más general, pasa a ser algo en si sospechoso, cuyas fronteras deben ser limitadas sin que haya un vocabulario para ello, con lo cual todo el universo afectivo es fragilizado.

3. La distinción entre lo masculino y los “lazos/deseos homosociales entre hombres”. Un hombre, como decía Freud, se preocupa menos por lo masculino en sí y más por como se imagina que los otros hombres lo ven a él. Lo plenamente masculino, además, es sinónimo de muerte: aquél que pretenda de un modo constante y en todos los ámbitos someter a los demás, terminará consigo mismo sea por angustia sea porque en algún momento será víctima de una violencia superior a la suya. De esta forma, los hombres que se salen airosos en las obras que nos muestra Sedgwick son hombres que aceptan la feminilidad y la pasividad necesarias para que puedan no a todo momento, sino en los momentos claves, dominar a los demás hombres o alcanzar entre ellos el mayor status. Los hombres más débiles -expuestos a la mayor fuerza de los demás o internamente afligidos- son los que no han logrado o a los que se les ha impedido conciliarse con lo femenino.

¡Léanlo, léanlo!

(1) Seguramente, habrá quién se pregunte con razón qué pasa con las mujeres. Sedgwick ya se había disculpado a inicios del libro por centrarse menos sobre ellas.

Referencias:
BUTLER, Judith. Mecanismos psíquicos del poder. Teorías sobre la sujecion. Valencia: Universitat de Valencia, Instituto de la Mujer, Cátedras ediciones, 2001(http://www.4shared.com/office/vqIIuOD9/Judith_Butler_Mecanismos_psqui.html).
FREUD, Sigmund. Análise terminável e interminável. In: Freud, Sigmund 1987c: Edição Standard Brasileira das Obras Psicológicas Completas de Sigmund Freud. v. 2ª edição. Rio de Janeiro, Imago. V. XXIII (versão eletrônica, sem páginas).
Eve Sedgwick, que nos dejó el 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario